En un entorno cada vez más globalizado y competitivo, es común observar en la práctica profesional que en ocasiones sociedades mexicanas son adquiridas por grupos multinacionales a través de procesos de compraventa celebradas entre personas jurídicas residentes en México o en el extranjero y los socios y/o accionistas de las entidades emisoras de las acciones que son objeto de este tipo de acuerdos.

